Ya me voy haciendo una pequeña bolsa de chicos y chicas que quieren trabajar conmigo de forma individualizada. Estoy feliz. Pero además de la publicidad que me doy, debemos entender que podemos tener el impulso de copiar demasiado de todo aquello que veamos que hacen jugadores que son excepcionales. Dos reflexiones que debemos transmitir a nuestros entrenados:

1. Para llegar a ese punto de perfección, el proceso es importante.
2. No todos llegan de la misma forma ni el gesto debe ser el mismo.

Cuando hice el curso de entrenador superior, uno de los profesores, no digo nombre, hacía el examen tipo test y con solo una respuesta posible, del tipo: ¿Del bloqueo directo cómo se sale? a. por encima, b. de segundo o c. de tercero. En fin, claro está que lo suspendí. No solo eso, en cursos y clinics, todos los grandes entrenadores se debatían en intentar explicar y detallar el tiro perfecto, el bote perfecto, etc. Esto es un error. No hay dos tiros iguales, no hay dos botes iguales, pero lo que si que hay es una base parecida que cada jugador debe hacer evolucionar de la manera más adecuada y precisa para él.

Grandes tiradores, grandes reboteadores o directores de juego insisten en: «como a mí me sale, es así como hay que hacerlo». Queridos niños, queridos entrenadores, no, eso no es así. Recuerdo un post donde dudaba de la efectividad de que jugadores de reconocido prestigio estuvieran como entrenadores en selecciones nacionales de base. Y fue muy criticado. Claro veía a un gran jugador interior, enseñar a niños, sus propios movimientos. Error. Enséñale la razón de porque a ti te vienen bien hacer ese movimiento concreto y piensa si al niño ese gesto le puede ayudar o no o cómo tiene que evolucionar ese gesto para que a ese niño le haga crecer.

Insisto en todo esto porque he abierto una pestaña donde coloco pequeños retales de videos con gestos que me parecen interesantes. No hay que copiarlos, no. Hay que observarlos y analizar qué es lo que hay detrás de cada uno de ellos y la razón de por qué ese gesto concretamente es adecuado. Y aquí es donde entra mi labor como entrenador, ahora de trabajo específico, observar el patrón que le permite al niño hacer el mejor gesto (de tiro, bote, etc.) en el presente y en el futuro.

Cada niño es diferente y eso hace que cada gesto técnico, sea diferente y se base en premisas distintas. Observemos y planifiquemos y vosotros niños, tened paciencia que Roma no se construyó en un día.

Y para todo lo demás, mi libro, ¿ya lo tienes?