Viva el Caos

Una crítica constructiva. La identidad.

Y ahora, una vez que me he acordado de «mis generaciones», voy a lo sesudo, y perdón, pero no voy a decir nada que no haya dicho dentro del club Estudiantes a los principales responsables técnicos y a la gente que ha estado cerca y por tanto, me siento libre de hablar o escribir todo eso que ya he dicho antes en repetidas ocasiones.

El corolario debería servir para cerrar, pero lo voy a definir al principio, con perdón de los puristas:

«Uno de los problemas de Estudiantes, el que no le permite progresar, bajo mi punto de vista, es que sigue anclado en el discurso técnico y se ha olvidado de lo más importante, la filosofía y la identidad».

Voy a hablar un poco de todo esto. El regalo más bonito que me ha hecho Estudiantes ha sido disfrutar de una previa y media de la Minicopa y una Minicopa. Es un torneo maravilloso al que solo pueden acceder, por definición, los equipos de base ACB’s. Hay otros torneos, pero esta competición es especial. Además de asistir como entrenador, no me he perdido ninguna, aunque yo no fuera entrenador. Bien, pongo tres ejemplos de equipos ACB’s infantiles y posiblemente un cuarto: Joventud, Barcelona, Unicaja y posiblemente Valencia. Si se intercambian las camisetas los jugadores del Joventud y del Barcelona y los ves jugar, seguramente te extrañe, veas algo raro, algo inusual. Pasa lo mismo si Unicaja intercambia la camiseta con cualquier otro equipo. Pensarás que pasa algo raro. Tienen una identidad y tendrán mejores o peores generaciones, mejores o peores resultados, pero tienen una identidad. Ojo, es distinto jugar siempre igual que tener una identidad.

¿Que pasaría si Estudiantes se intercambia la camiseta con Canoe o con Torrelodones o con cualquier otro equipo de su nivel? Nada. No pasaría nada. Juegan igual, con mayor o menor acierto, con mejores o peores jugadores, pero no hay identidad. Juegan a lo mismo. Zaragoza o Valencia, van en camino de conseguirlo, aunque no de una forma tan potente como el Joventud y el Barcelona, creo.

¿Y entonces? pues un error considerable, que espero que los responsables vean como lo que es, una crítica constructiva, aunque sigan sin hacerme, y ahora menos, ni puñetero caso. La técnica y la táctica no es efectiva por si sola, porque se difumina. La técnica debe estar principalmente al servicio de una identidad de juego y es cuando adquiere una potencia extraordinaria, porque el jugador se forma a golpe de identidad y no a golpe de trabajo técnico y porque cuando un niño nuevo llega en cadete al club, la identidad le ayudará a adquirir los conceptos necesarios muy rápido.

Y ahora profundizo y espero no hacer daño: ¿Equipo de patio de colegio? ese claim es potentísimo y no tiene que ir ligado a tirarse por el suelo o a entrenar bajo la lluvia o a entrenar mil horas (además, nada de esto es verdad). Ese claim es la base de todo y desde donde se puede construir y crear una identidad, porque hasta ahora Estudiantes no es un equipo de patio de colegio, pero puede serlo, pues tienen todo para conseguirlo. Entrenadores con conocimientos, mucha gente alrededor para que todo salga bien, amor a un logo. Tienen todo para conseguirlo, pero hay que dejar de hablar de técnica y hay que empezar a hablar de identidad y ver cómo la técnica puede y debe dar forma a la identidad y cómo la identidad es capaz de potenciar la técnica.

Veamos como este claim: “Equipo de patio de colegio” puede ayudar a construir una identidad. ¿Qué hay en un patio de colegio? Yo he estudiado en el Ramiro, he sufrido a Moneo y sus desvaríos y sobre todo, he sufrido el recreo. Lio, partidos cruzados, balones sin dueño, hambre, bocata, pellas, escaqueo, la cantina. Yo fui al Ramiro cuando no había más que chicos, pero ahora me imagino que a todo lo anterior, se sumará el filtreo, el sálvese quien pueda, el deporte, el juego, … Una amalgama de factores que permiten, seguro crear conceptos de identidad únicos. La atención, el hambre de balón, la pillería, no dejar prisioneros, … Esto es un ejemplo, pensado según escribo y lógicamente solo sirve para eso, como ejemplo.

Sigamos, los crack 2000 han sido 3 equipos diferentes. Los infantiles uno, los cadetes otro y los juniors otro. No ha existido una trayectoria ascendente en su progresión técnica y táctica, simplemente ha existido un cambio de entrenador y un cambio de modelo, donde no discuto si uno es mejor que otro, cada uno tenemos nuestra opinión y este post no habla de entrenadores.

Pero hay un problema mayor a no tener identidad y es intentar trabajar técnicamente en una dirección y tener una identidad desconocida y oculta que trabaja en la contraria. La mayoría de los equipos tienen un valor identitario que desconocen o que no reconocen y que aquellos que son conscientes de ello, consiguen verdaderas maravillas en cuestión de resultados, y ese valor es la seguridad. El entrenador desconoce que está trabajando para fomentar ese valor, pero en los entrenamientos, en las charlas de los partidos, dice otra cosa. El jugador se va acostumbrando a esa bipolaridad compleja y no crece como jugador, se estanca. Seguro que recordáis algún comentario del tipo: “joder, este niño se ha estancado con el tiro” o “ya no pasa igual, ¿que sucederá?”. Todas estas cuestiones son debidas a la falta de identidad en el juego.

No estoy escribiendo esto porque esté cabreado por haber sido despedido del club. He sido tratado de manera excelente y estoy seguro de que nadie puede quejarse de mi actitud colaborativa mientras estaba en el club. Todo lo que he escrito aquí lo he hablado internamente, sobre todo con el director técnico y con todos aquellos entrenadores que me han preguntado o han estado en mis equipos. Simplemente, Estudiantes es donde me crie, donde han jugado mis sobrinos, donde he podido disfrutar de una competición plena y de alto nivel, que seguramente no vuelva a disfrutar en la vida. Ha sido, en definitiva, un sitio maravilloso, sin identidad, pero maravilloso.

La palabra "Estu" formada por los niños y niñas de la cantera del club de baloncesto Estudiantes.

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