En semana santa estuve viendo el campeonato de mini-basket. Llevo ya dos años viendo a los niños jugar partidos muy emocionantes y divertidos.

Viendo jugar a las mejores selecciones, me asaltaban ciertas reflexiones que expongo a continuación.

En primer lugar sobre la velocidad. Ya en estas edades se exige al niño velocidad porque es la mejor manera de atacar la defensa. El problema es que si se hace pensando en una solución es algo negativo, pero si se hace con el objetivo final de hacer progresar al niño, no me parece mal. El problema es que en estas edades, exigir velocidad por velocidad puede minar la calidad del niño, que está creciendo y asimilando e intentando interiorizar ciertos conceptos.

Luego observaba las diferencias de crecimiento y a las ya manidas de FÍSICA, MENTAL y TÉCNICA, me gustaría añadir una que se hace importante en estas edades, la RELACIONAL. En la física y la mental, el basket entra de forma complicada, es más, posiblemente sea mejor que no entre. En cambio, en la técnica y la relacional, el basket puede hacer y debe hacer mucho.

Tengo más, pero dejo aquí una que se me ocurrió ya hace tiempo. Se exige al niño de forma continua que sea generoso, luego que sea egoísta cuando es bueno y aprieta el marcador. A eso ya estoy acostumbrado, pero un niño no puede ser generoso si antes no ha sido egoísta, es decir, un niño no puede compartir hasta que no sepa que lo que comparte es suyo.

Bueno tengo más, iré tocando otros palos.