Viva el Caos

¡Es la intuición, estúpido!

Bueno, parafraseado la frase famosa que hizo que Clinton ganara las elecciones (o al menos eso dicen los expertos) de, es la economía, estúpido, me atrevo a adaptarla a mis intereses formativos.Es la economía, estúpido

Veamos, cada vez me encuentro más y más con entrenadores de todas las categorías y niveles (incluso de selecciones autonómicas y selecciones nacionales) que son incapaces de trabajar la intuición, uno de los tres valores fundamentales en la formación del niño (junto con la velocidad de ejecución y la decisión).

Sigo viendo como a niños mini o infantiles, les enseñan a cerrar el rebote o les enseñan calles de contraataque sin que ningún director/a técnico se quede con cara de «so what fuck» está haciendo este/ a entrenador/ a.

Cuando a un niño le enseñas a correr por una determinada posición y de una determinada manera, estás matando su intuición y cuando le enseñas a cerrar el rebote, estás matando su capacidad para intuir y moverse para coger el rebote.

El tiro de Larry Bird, pura intuición

La intuición es básica trabajarla y necesita de tiempo, paciencia y observación. Tiempo porque no se desarrolla en dos días, paciencia porque muchas veces el niño hará cosas que no debe (a los ojos del entrenador), pero que con el tiempo se observará que tienen sentido. Y observación, por dos razones, la primera porque hay que ir ajustando los ejercicios y la segunda, porque es el mejor modo de disfrutar, viendo a niños infantiles desarrollar toda su intuición.

¿intuición? para coger un rebote, para correr un contraataque, para robar una línea de pase, para meter la mano al driblador, para dar un pase diferente, etc. Cada una de estos aspectos técnicos, si se tecnifican en edades tempranas matan la intuición y no permiten su correcto desarrollo hacia el cenit del niño en edades adultas. Además, en selecciones autonómicas y nacionales adquiere un role mayor y fundamental, porque están trabajando al lado de los mejores y esto es un salto cualitativo increíble.

No quiero dar nombres, ni equipos, porque tendría que nombrar a gente que quiero y a entrenadores que respeto un montón, pero solo quiero dejar esto encima de la mesa. Los entrenadores somos meros habilitadores de experiencia y debemos respetar la esencia de cada niño, que es diferente en cada caso.

La pregunta que posiblemente os hacéis es, «vale y ¿cómo lo hago? La respuesta no es fácil, porque hay que entender a los niños, al grupo con el que se trabaja, pero hay que ir a la esencia del basket y descubrir elementos filosóficos, es decir, ¿cómo quiero que juegue mi club o selección? ¿qué quiero sacar de cada jugador, donde quiero que llegue? Y lógicamente hacer algo que no existe o no veo, ni en selecciones ni en equipos acb, marcar en cada categoría las claves y trabajos concretos que se deben cumplir. Digo todo esto porque con esta información, se puede, perfectamente diseñar la intuición. Por ejemplo si consideramos que de una edad mini no se puede salir sin botar como un puto diablo, ya tenemos un Km.0 para diseñar la intuición, si por el contrario esto no lo tenemos claro, entonces, lo siento, es imposible trabajarla. Si respecto a un niño en categoría cadete nos empeñamos en que trabaje de base, entonces tenemos un punto de partida para trabajar la intuición con ese niño, pero si simplemente le ponemos de base porque ha sido siempre así y porque es el que mejor bota, y además, al año siguiente otro entrenador se la soplará esa decisión, entonces, no hay posible km.0 para ese niño y el trabajo de su intuición. Por tanto primero filosofía y luego estrategia y finalmente, técnica.

Pura intuición, Drazen

En unos entrenamientos que estuve viendo este verano (estoy muy correcto y no doy pistas), veía como los niños infantiles corrían contraataques sin dar importancia a: agarre y recepción de balón, primer pase, por ejemplo, pero eso si, las calles abiertas. Me fui porque me dolía el alma. Sobretodo cuando antes, haciendo 1c1, no había correcciones sobre el formato del 1c1. Desequilibrio y ventaja, que va, nada. Imposible aprovechar la intuición del niño en esos dos ejercicios cuando, ni siquiera el entrenador sabía qué esperaba del ejercicio.

That’s all, el próximo post, sobre el 1c1, que me apetece hablar de él.

Ir al contenido