Escribí un libro sobre técnica individual defensiva y ofensiva. En aquel momento era joven, solo tenía 15 años de experiencia en esto del baloncesto y no sabía todavía que no hay defensa y ataque, que no es bueno separar la cabeza en el niño en estos dos aspectos. Es más, es muy negativo. El baloncesto es un juego continuo, donde siempre hay que buscar el ataque, el carácter ofensivo del juego es vital si se quieren conseguir objetivos de crecimiento del niño.

Cuando pregunto a los niños de 9 a 15 años que se puede hacer en un campo de baloncesto, todos, sin excepción, dicen: atacar o defender. Joder, me hierve la sangre. Siempre hay que atacar. Por esto, el post del 1c1 es tan importante. Tenemos dos jugadores que atacan y se están enfrentando. Filippo se caracterizó por atacar, hasta cuando «se defendía» e inventó las estrategias modernas del ataque terrestre. Sigamos su ejemplo.

Por tanto, lo primero que hay que meter en la cabeza a los niños es que siempre se está atacando (¡Viva Marcelo Bielsa!). Los dos jugadores que «se enfrentan» atacan para meter el balón en el aro, los dos jugadores, el que tiene la posesión y el que no la tiene, son dos atacantes, con diferentes armas y los dos tienen la posibilidad de ganar, pues aquí no hay blancas y negras como en el ajedrez. Esto es filosofía y es vital para el desarrollo del niño, crecer con esta mentalidad. Los dos jugadores tienen una única obsesión: meter el balón en el aro.

Bien, dicho esto, la otra filosofía. Los espacios, no podemos, ni debemos reducir el espacio del 1c1 a medio campo, no es natural, aunque a veces hay que hacerlo para permitir la evolución del niño, esto parte de lo que esperes en el 1c1. Personalmente creo que el 1c1 es uno de los mejores medios para trabajar la intuición del niño y eso es lo que hay que fomentar. No culo abajo, ni desplazamientos defensivos, ni manos delante, ni nada por el estilo, dejar que nos sorprenda el chaval. Todo el mundo flipa con la actitud «defensiva» de Ricky, ¿verdad? pues eso. El baloncesto es un rollo, reglas, espacios cerrados, donde no cabe nadie y encima, al final, reducimos el espacio de juego a la línea de 3 puntos. Cuanto antes se encuentre el chaval a gusto vagabundeando por el rectángulo de juego, mejor nos irá cuando sea mayor.

Personalmente en edades hasta infantiles, nada de posiciones, pero si estrategia de guerra o de guerrilla. Hablemos del niño que tiene la posesión. Tiene dos pilares de trabajo:

1. Desequilibrio
2. Ventaja

En el primero, la obligación, cual aikidoka o judoka, debe buscar desequilibrar al que no tiene la posesión y en el segundo, hacer efectiva esa ventaja. Son dos acciones por las que tiene que pasar si o si. Cuando ves a niños jugar 1c1, los entrenadores solo les dicen que ataquen la pierna adelantada o, en el mejor de los casos, que saquen ventaja o poco más, mientras que el chaval no sabe por qué hace las cosas. El niño debe saber por qué debe atacar el pié adelantado o por qué tiene que botar de una u otra forma, pero para eso, hay que asegurarse que entiende que tiene dos objetivos: Desequilibrar al contrincante y dejarle atrás. Mira esta entrada a canasta, el atacante busca desequilibrio y ventaja y lo más importante, ¡no se separa del defensor! hombro, con hombro.

La siguiente cuestión es la actitud. No se entra o se tira a canasta como el que va a sacar una entrada para ir al cine. Se entra o se tira a canasta con determinación. Y aquí hay dos aspectos fundamentales:

1. El agarre
2. Cómo soltar la bola

Lo primero que entiende un niño es su zona de confort, que es la protección y es contra lo que el entrenador debe luchar. Un jugador con posesión de balón no debe proteger la bola, debe mentalizarse (filosofía) que debe atacar y por tanto nada de llevarse el balón arriba o a la cadera. El balón tiene un fin y es ser botado, ser pasado, ser tirado o ser utilizado para una finta. Según se tiene cuanto más actitud ofensiva se tenga mejor. Pero lo mejor para «defenderse» es atacar. Un jugador parado es un jugador inútil y un jugador con balón estático, es un jugador más inútil todavía. Viendo un partido de la U16, me sorprendía la capacidad que tenía, sobretodo España, de ser predecible en todo lo que se hacía. Acertaba en un 99% de veces lo que iba a pasar o iban a hacer los niños. Por tanto un niño con balón, debe ir al aro. Insisto en el agarre, dedos contra el balón, codos semi-abiertos y siempre delante, tanto en el tiro, como en la entrada o en cualquiera de de las situaciones que nos encontremos y ya llegarán los agarres a «lo Jordan», cuando tengan actitud y aptitud. ¿Y cómo soltar la bola? En entrada, para hundirla, aunque mida 150 cm y en tiro con determinación, con cara de meterla. Esa cara que el entrenador sabe distinguir y que solo se consigue si se insiste en ella. ¿Una entrada a canasta? así NO:

Una entrada a canasta en formación, no se debe basar en pasos cambiados, canastas pasadas, y otras cuestiones de este estilo. Una entrada a canasta en formación debe debe trabajarse con determinación y si esto supone que se provoca alguna falta en ataque, bienvenida sea, hay actitud. Por tanto, entradas a canasta directas, sin bailes de pié o de manos. Trabajar la determinación.

Bueno, lo dejo aquí, que tengo que trabajar.  Best regards.