Esta temporada 2015/ 2016 ha sido la última en la que estaré colaborando con la FBM y con los niños (y el último año, niñas). Borja, director técnico de la FBM y a quién le reconozco un gran aprecio personal y técnico, confió en mi para este menester cuando derrumbé a una buena selección cadete femenina en un campeonato en Córdoba que planifiqué horrorosamente. Creo que tuvo valor al hacerlo, como lo tuvo, en su día, cuando me volvió a dar la oportunidad de estar en selecciones. En fin, gracias.
Lo dejo porque no puedo seguir y porque creo que tiene poco sentido y me explico. Yo hago una serie de cosas, con las que los entrenadores que colaboran pueden estar o no estar de acuerdo y ellos trasladan esa información a los niños. Total el teléfono estropeado. A los niños no les llega casi nada de la filosofía que me gustaría implantar. Pero incluso en el caso que ésta llegase, los seleccionadores minibasket y posteriores, como no podía ser de otra forma, hacen lo que consideran con la selección para conseguir oro y esto en gran parte, entra en conflicto con lo supuestamente aprendido. Total, un derroche de información para el niño y un proceso de aprendizaje y des-aprendizaje continuo que en estas edades no tiene sentido.
Creo sinceramente que deberían ser los seleccionadores los que tendrían que hablar con los entrenadores y trasladarles lo que quieren conseguir de estos niños y niñas. Pero esto ya es responsabilidad de la FBM y seguro que toma la mejor decisión.
Me gustaría dar voz y reconocer a los coordinadores y entrenadores el trabajo. Personas que después de sus múltiples compromisos, venían desde yo que se donde, gastando su gasolina y su tiempo para entrenar haciendo lo que otra persona les dice, tiene un valor extraordinario. Este último año Irene y Lorenzo han sido increíblemente efectivos y seguramente que han tenido que tragar sapos cuando yo les decía alguna gilipollez de las mías y ellos la asumían y la intentaban desarrollar. Muchas gracias a todos los entrenadores y coordinadores que han estado trabajando en estas concentraciones.
Para los clubes, otro esfuerzo, puesto que tener que lidiar todos los lunes con niños que venían de hacer otras cosas, posiblemente generaba ruido en su día a día. También gracias.
Y por último a los niños y niñas. Ha sido increíble la experiencia. Niños que eran capaces de absorber todo aquello que les intentaba transmitir, que me miraban en silencio esperando escuchar algo que les ayudase a mejorar. Ellos no leeran este post, pero si lo hacen, recordad que vuestro futuro no lo pueden escribir otros, vosotros sois dueños de él. Para mejorar, arriesgar, es la única forma de poder jugar vuestro baloncesto, no el que os intenten enseñar. Guiar a vuestros entrenadores. Un abrazo