El año pasado cumplía 54 años y todavía era entrenador (de Estudiantes) de un equipo increíble. Ha pasado un año y todavía estoy en fase de negación, joder que mal llevo eso de que me echen de un sitio.
Pero va a ser verdad, las situaciones adversas hacen que se multiplique la capacidad de desarrollo, de pensamiento, de autocrítica. Al día siguiente de recibir la llamada, que a día de hoy la tengo todavía registrada casi palabra por palabra, me puse a escribir un libro para entender y entenderme.
Viva el caos no es más que una catarsis, personal, baloncestística. Todavía me siguen escribiendo muchos entrenadores diciéndome que es increíble lo que les ha hecho pensar. Y todavía cuando lo releo, me parece curioso cómo he podido pensar tanto sobre este deporte que me ha dado tanto. Creo que ahora no podría escribirlo, así que todos aquellos que lo habéis comprado y que lo compréis, sabed que difícilmente se volverá a repetir.
Mis entrenamientos personales con chavales y chavalas, me han hecho ver un baloncesto diametralmente opuesto al que siempre he sentido, donde formar a la persona y enseñar baloncesto sin poder hacerlo desde la competición es toda una aventura.
Lanzo un Stage de Básquet del cual estoy seguro que no hay otro igual y que puede ser muy útil para todo aquel que venga y además creo que a un precio bastante «honesto».
Un año que ha sido jodido para muchos que han perdido a sus seres más queridos, sus ahorros por no trabajar, etc., por lo que mis quejas son una magnífica gilipollez, pero son las mías. Seguiremos y puedo aseguraros que tengo baloncesto para rato.
55 años, un chaval.